Abstract:
Históricamente el departamento de Olancho ha sido reconocido como una región de producción agrícola y ganadera, siendo esta actividad económica la principal fuente de ocupación de mano de obra. En este trabajo se evidencia como a la luz del modelo económico Neoliberal se ejecutaron un paquete de políticas públicas orientadas al desmantelamiento de la estructura productiva campesina, privilegiando la importación de granos en detrimento de los pequeños productores nacionales, eliminando la asistencia técnica-financiera y suspendiendo garantías de producción; como consecuencia esto generó un proceso de desocupación de la fuerza de trabajo rural, específicamente en los pequeños productores de granos que al final terminó en un proceso paulatino de pauperización. Los campesinos desocupados y subempleados se vieron en la necesidad de buscar nuevas fuentes de ingreso, muchos de ellos hicieron un proceso de migración hacia la minería artesanal, en el caso de los pequeños mineros eran productores de granos a escala media, hicieron la transición de actividad productiva por la poca rentabilidad que representa actualmente la producción de granos. En las condiciones actuales un minero artesanal promedio tiene una baja productividad, condición que los hace estar inmersos en un círculo de pobreza del cual solo será posible desligarse si se comienza un proceso de asociación entre
mineros artesanales y luego hacen la transición a la pequeña minería, de ahí que sea tan importante que el Estado, a través de la autoridad minera (Instituto Nacional de Geología y Minería de Honduras, INGEOMINH) intervenga a través de políticas públicas que lleven como finalidad incrementar el nivel de vida de los mineros artesanales. La minería artesanal absorbe una cantidad considerable de fuerza de trabajo, esto como consecuencia en parte de la escaza tecnología empleada en el proceso de extracción, esto representa una ventaja pero a la vez se corren ciertos riesgos: es beneficioso que absorba gran número de empleos sin embargo el nivel de productividad es bajo y al no contar con mano de obra capacitada se corre un alto riesgo de sufrir accidentes laborales y generar daños en el entorno ecológico. La minería artesanal y pequeña minería generan un proceso dinamizador de las economías locales, los mineros del Valle de Lepaguare no generan un nivel de destrucción ambiental a gran escala, el mayor daño es la remoción de tierras y por tanto el deterioro en el lecho de los ríos, la mayor parte del impacto ambiental negativo de la minería es provocada por la gran minería y afecta principalmente aire, suelo y agua. Luego de esta investigación podemos afirmar que la explotación minera artesanal de forma cooperativa es una alternativa viable para incrementar la rentabilidad de de los mineros artesanales, absorber parte de la fuerza de trabajo desocupada y aliviar el problema del subempleo en los municipios de Juticalpa, Concordia y Campamento.