Abstract:
Hoy día, los gobiernos de países en desarrollo reconocen la importancia de las Pymes por contribuir al crecimiento económico, desarrollo regional y local. En el marco de la globalización las Pymes son consideradas organizaciones pequeñas con rasgos sociales de una naturaleza familiar que tiene como objetivo económico sostenerse en el mercado con el fin social de mantener y dar prosperidad a la familia, sin embargo, a pesar de ser una fuente muy importante en la economía las Pymes no cuentan con muchas ventajas para desarrollarse de una manera plena por la existencia de factores endógenos y exógenos que les afectan en gran medida.
El impulso a la PYME, es siempre un desafío para cualquier gobierno en Honduras, ya sea mediante formato formal de políticas públicas como ser la propuesta de una “ESTRATEGIA NACIONAL DE EMPRENDIMIENTO” a través de la Subsecretaría de MIPYME – SSE dependiente de la Secretaría de Desarrollo Económico; en consulta a la población hondureña a través de la ENP-DH 2011 en torno a las medidas que se deberían tomar para incrementar el acceso a mejores empleos y a mejores salarios, se privilegian las políticas públicas orientadas a apoyar a la micro, pequeña y mediana empresa; o por legislación mediante los decretos: 135 – 2008 “LEY PARA EL FOMENTO Y DESARROLLO DE LA COMPETITIVIDAD DE LA MICRO. PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA; DECRETO 284 – 2013 “LEY PARA LA GENERACIÓN DE EMPLEO. FOMENTO A LA INICIATIVA EMPRESARIAL. FORMALIZACIÓN DE NEGOCIOS Y PROTECCIÓN A LOS DERECHOS DE LOS INVERSIONISTAS”; 145-2018 “LEY DE APOYO A LA MICRO Y PEQUEÑA EMPRESA”. En cualquier formato es imprescindible contar con la propuesta de financiamiento especifico a través de diferentes organizaciones financieras incluyendo los bancos comerciales o de segundo piso que debido a nuevas regulaciones internacionales y regulaciones de país han venido marginando al sector y no es hasta tiempo reciente que vuelven a incluirlo como un mercado de interés.